sábado, 20 de noviembre de 2010

Los niños aprenden lo que viven


Hola amig@s

Como ya sabrás, hoy 20 de noviembre, es un día muy especial, porque se celebra el Día Universal del Niño. Se eligió esta fecha porque el 20 de noviembre de 1959, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración de los Derechos del Niño.

En esa asamblea se dijo que este día se dedicaría a la fraternidad y a la comprensión entre los niños/as del mundo y que se destinaría a actividades para la promoción del bienestar y de los derechos de los niños/as.

Yo creo, como madre de una hija, y no sólo como madre sino como persona que deben protegerse los derechos de todos los niños/as del mundo, pero no sólo hoy sino todos los días del año, porque la sonrisa y la alegría que transmiten cuando son felices no es comparable a nada, es algo tan maravilloso y que te llena y te contagia que por eso ningún niño debería sufrir.

Ya sé que esto último es un poco una utopía porque hoy en día hay millones de niños/as que por desgracia sufren y de los que no se respetan sus derechos, no como niños, sino como personas, pero habrá que hacer cosas para intentar que eso cambie.

Os quiero contar una anécdota de cuando yo estaba embarazada de mi hija que me pareció muy interesante y muy chula. Recuerdo que en una de las clases del curso de preparación al parto, la matrona nos leyó un poema que creo que todos los adultos deberíamos tener en cuenta y aplicar, igual algunos ya lo conocéis fue escrito por Dorothy Law Nolte, una educadora estadounidense, y que tiene por título “Los niños aprenden lo que viven”, y que dice....

Si los niños viven con reproches, aprenden a condenar.
Si los niños viven con hostilidad, aprenden a ser agresivos.
Si los niños viven con miedo, aprenden a ser aprensivos.
Si los niños viven con lástima, aprenden a auto-compadecerse.
Si los niños viven con ridículo, aprenden a ser tímidos.
Si los niños viven con celos, aprenden a sentir envidia.
Si los niños viven con vergüenza, aprenden a sentirse culpables.
Si los niños viven con ánimo, aprenden a confiar en sí mismos.
Si los niños viven con tolerancia, aprenden a ser pacientes.
Si los niños viven con elogios, aprenden a apreciar a los demás.
Si los niños viven con aceptación, aprenden a amar.
Si los niños viven con aprobación, aprenden a valorarse.
Si los niños viven con reconocimiento, aprenden que es bueno tener una meta.
Si los niños viven con solidaridad, aprenden a ser generosos.
Si los niños viven con honestidad, aprenden qué es la verdad.
Si los niños viven con ecuanimidad, aprenden qué es la justicia.
Si los niños viven con amabilidad y consideración, aprenden a respetar a los demás.
Si los niños viven con seguridad, aprenden a tener fe en sí mismos y en los demás.
Si los niños viven con afecto, aprenden que el mundo es un maravilloso lugar donde vivir.

Pues nada más por hoy, espero que paséis un feliz día con tu familia y con tus hijos.

Besos,

Marta

1 comentario:

  1. Me quedo con la última frase que es lo que yo quiero para mis hijos. Bss

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