lunes, 31 de mayo de 2010

BIENVENID@S!!!

Chincha Rabincha nace en julio de 2009 con nuestra hija Laura. Venían los dos juntitos. Y aunque al principio no era más que una idea que compartíamos, sabíamos que algún día sería realidad. Igual que Laura, vaya. ¿Y qué es Chincha Rabincha? Es un intento por acercar a otros papás y mamás todo lo que nosotros descubrimos cuando empezamos a comprar cosas para nuestra hija. Que no tenía por qué ir de rosa y con lazos. Que podíamos vestirla de muchos colores e incluso de negro, como nos diera la gana, sin renunciar a tejidos de calidad que tienen en cuenta la piel de los bebés. Y que los diseños con los que nos encontrábamos eran muy muy molones, tanto que nos gustaría llevarlos a nosotros. Pero no podemos, porque no somos bebés: Chincha Rabincha.



Nuestra idea es ofreceros cosas molonas, especialmente ropa, pero también juguetes, accesorios, etc. Siempre estamos informándonos y buscando cosas nuevas que traeros y, por supuesto, admitimos sugerencias que nos podéis enviar por e-mail (digamelon@chincharabincha.com) o a través de este blog. Esperamos que os guste todo lo que podéis encontrar aquí. Y esperamos que si algo no os gusta nos lo digáis. Siempre se puede mejorar.



Un abrazo muy grande y bienvenid@s.



Marta y Jorge. Y Laura, claro.

IN THE POCKET BABY


MÍNIMO ESPACIO, PRACTICIDAD AL MÁXIMO.
DISPONIBLE EN:
http://www.chincharabincha.com/

Todavía recuerdo la cara del camarero, cuando le pedimos una silla para Laura (Nuestra hija de 10 meses).
Nos contestó con un rotundo y demasiado acelerado: ¡LO SIENTO, NO TENEMOS SILLAS PARA BEBÉS!
En su frase, además de mala leche, noté un cierto tono de alivio, como pensando que se había librado de nosotros.
El restaurante, en la playa de la Malvarrosa, estaba lleno a rebosar, no cabía ni un alfiler, el buen tiempo y el fin de semana hizo que se vieran desbordados por completo.
Únicamente les quedaba una mesita pequeña aunque muy bien ubicada delante del ventanal.
Fue entonces cuando le aclaramos que lo que necesitábamos era una silla normal y corriente.

No,no, si con una de éstas nos apañamos. Dijo Marta.

Acto seguido sacamos del bolso nuestra “mini silla plegable” y Laura disfrutó de las mejores vistas del local, sentada cómodamente en cuestión de minutos.
Lo más gracioso, fue la actitud de Laura dedicándole a tan agrio señor una amplia sonrisa y toda clase de carantoñas durante toooooda la comida.
Desde luego una actitud muy ¡Chincha Rabincha! hacia el camarero que finalmente se tuvo que rendir correspondiéndole con un guiño.

Incluimos la foto, que no tuvimos más remedio que hacerle a Laura.
El camarero no quiso posar, por desgracia.

¡Que paséis un buen día!